Archive for the ‘Uncategorized’ Category

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Un año de amor

2010/02/10

No tengo mas que decir aquì.

Un año, un mes, un dìa y una hora exacta de creado.

Duelen las despedidas, siempre

Adiòs Amor Veneris

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Un cisne

2010/01/26

Algunaz veces algo sale bien, luego este algo sale mejor y luego no es màs, no puede ser màs porque entonces serìa ballet.

En un lago un cisne blanco agoniza, un pàjaro viaja y la muerte es la belleza, ese instante puro del final.

¿Cuànto queremos algo?
¿Cuànto trabajo necesita ese amor?
Amar tu oficio mas que a cualquier vida, aunque este sea las vidas, mas que estar vivo, mas que a quien te dio la vida, mas que quien te hace sentir vivo, mucho màs.

Es cuando ese vulgar y personal quehacer deja de ser una superficial llama motivacional que arrastramos como simples gustos, como comodidades, como chantajes de placeres comunes, como intercambios de una posiciòn.

Entregar la disciplina, entregar la voluntad para alejarse del mundo, volverse sordo hasta de tu propio cuerpo y no escuchar ni las visceras que piden descanso.

Seguro hay un castigo para quienes solo podemos hacerlo asi, amordazarse con intensidad y no tolerar el error, porque èl puede ser igual a la muerte.

No se còmo decirlo, sòlo sè ver el Ballet.

La perfecciòn solo existe una vez y esta en mi bailarina favorita de todos los tiempos. Maya Plisetskaya «La muerte del cisne».

Porque no es sòlo talento, no es sòlo tècnica, no es sòlo voluntad, es disciplina, la costosa disciplina.

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Tokio Blues

2010/01/12

 

En diciembre del 2007 estábamos en distintos lugares, fotos intercambiadas, yo en medio del océano y ella en el centro de la antigua capital del imperio Inca. Para los primeros días de enero llego como una mas de la familia a visitarme a casa y en medio de cajas de cerveza empezamos a hablar y hablamos de una novela.

Volé al continente para los carnavales agarramos rumbo Salinas, después de la » Casa de Roy» terminamos en la playa a las 5 am escuchando el celular y huyendo de unos presta-diario. En ese viaje embarque a mi hermana Europa y debía volver a Galápagos, no estaba en » my best» y había tomado la política de no hablar con nadie, este silencio incluía cruelmente a la persona con quien comparto la narrativa toxica que nos deja el amor y odio, recibidos y propinados.

El día del último café en la ciudad insistió con la novelita y yo le dije que era una «postmoderna» por leer a un japonés que no es Mishima, insulto inventado por nosotras, a lo cual ella me respondió con otro término del mismo linaje diciéndome cristiana. La distancia creció.

El día en que terminó de leer el libro yo estaba de guardia en el Hospital Provincial y recibí una llamada a las 2 am, con voz entre cortada me dijo algo del bosque.

Hemos molestado mucho con esto de la literatura. En Cien Años de Soledad apareció el término acuñado hasta hoy e iniciador de discusiones sobre que es y no es macondiano. Yo siempre fui Remedios y la Erika Amaranta.

En el descalabro de Rayuela, la cual bien debe quemarse después de leer, con los 18 ya encima, no hubo problemas porque nadie quería ser Lucía. El rechazo hacia «la maga» sigue incierto, tal vez porque nadie quiere ser un personaje al que se le riega el jarabe de la cuchara y » hacer literatura».

Hace poco más de un mes aburrida encontré un libro verde en el estante y decidí abrirlo, a la media hora nos comunicamos y le dije: ¡Mira pórtate bien que después te hago como Kizuki! Ciertamente no confiaría en nadie, sé quién es Kizuki y se serlo.

Me contó que tuvo miedo los meses de mi silencio. Me contó que apretaba los dedos en las páginas para que no me suicidara. He pensado que pude haber muerto en aquel momento. He pensado que mi amiga pudo haber muerto en otros tantos.

Lo duro que puede ser vivir, vernos en uno y otro tiempo vulneradas. Incontables los momentos en he secado su nariz y despejado su frente. Infinitos los momentos en que me ha sacado de la cama para estirar un vaso de agua o un café.

Una noche cualquiera ya estaba lista para desnudar a Watanabe en el lugar de turno, de quien intentamos sus aventuras con Nagasawa.

Hoy con el temor y el riesgo que esto lleva, me propongo traicionar a toda las novelas, Tokio Blues pone una raya en seco sobre los personajes femeninos con Naoko, muerta en el bosque , en la descripción siniestra, que es con la que algunas veces hemos vivido, invisible a los ojos que no identifican el silencio. Se puede caer en el despeñadero de la nada, en los límites de la frescura, en el pulso insoportable del peinado nuevo, la falda corta, las borracheras, son razones de peso para amar a Midori.

Es este un acuse de disculpas para mi mejor amiga Erika Espín por no haber prestado atención aquella noche y la recomendación de una de las mejores cosas que he leído en mi vida.

Entonces abrimos el abanico en lo que la felicidad puede significar para personas como nosotros y por eso acogimos a la Rina con su pequeña edad, quien devoro las letras y entro en el clan este de “Las lechugas hidropónicas” frescas como nadie, recién sacadas de la vitrina.

Y, de pronto nos toca ir hasta el Japón. Aunque ya hemos viajado demasiado.

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Volver a los 17

2009/12/30

Él me quiso tanto… Yo aún sigo enamorada. Juntos atravesamos una puerta cerrada. Él, cómo os diría… era toda mi ocupación, cuando en la lumbre ardían sólo palabras de amor… Palabras de amor sencillas y tiernas que echamos al vuelo por primera vez, apenas tuvimos tiempo de aprenderlas, recién despertábamos de la niñez. Nos bastaban esas tres frases hechas que entonaba un trasnochado galán, de historias de amor, sueños de poetas, a los quince años no se saben más… Ella, dónde andará, tal vez aún me recuerda. Un día se marchó y jamás volví a verla. Pero, cuando oscurece, lejos, se escucha una canción, vieja música que acuna, viejas palabras de amor… Palabras de amor sencillas y tiernas que echamos al vuelo por primera vez, apenas tuvimos tiempo de aprenderlas, recién despertábamos de la niñez. Nos bastaban esas tres frases hechas que entonaba un trasnochado galán, de historias de amor, sueños de poetas, a los quince años no se saben más…
A los quince años no se saben más…

Flash, fotogramas, insomnio, enfermedad

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Un manojillo de escarcha

2009/12/17

Jueves es dia de ataque.

Cantando los males por celestiales
Igual no entiendo el despertar

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A la sombra de un Leòn

2009/12/06

El  ya vivìa ahì  cuando lo visitè y pasamos juntos esa corta temporada hace tres años. En sus palabras todo habìa cambiado mucho, hay cosas que no deberìan cambiar.

Las ciudades son un dibujo humano, muchas se han perdido o se han quemado y sus ruinas se siguen buscando, sabemos que por debajo hay algo, nos enteramos de aquello sòlo por quienes vivieron ahì.  Por eso,  muchos lugares se olvidan con las personas, pero es imposible que suceda lo contrario.

Llegar a Madrid es estar en su reflejo, en lo que me enseño y que son el recuerdo nìtido que siempre tendrà su nombre.   Sabe bien el mundo cuàntos de nosotros lo visitamos desde que llegò: mis abuelos todo el tiempo, mis tìos y primos, mis padres, algunos amigos cercanos y otros conchudos.  Una  importante cantidad de gente  conocida  guarda  fotos  de la capital española junto a èl.

El Leòn ha sido para nosotros un conquistador, la primera postal  de mi primo era una obra  del Reina Sofìa con la que nos hacìa pensar que habìa chupado el Atlàntico completo para hacenos beber las distancias, porque es uno siempre frente al mundo y no hay que embriagarse.

Recuerdo su departamento en pleno Atocha.

Recuerdo las copas en un pequeño bar donde irìa a tocar  la guitarra  De Laclos, con quien salìa por esas èpocas.

El show en Chueca y las historias sobre la època de «la movida».

El kebah  y el rodilla que compartimos junto a su bicicleta.

Parece ayer en que nos despedimos temprano en la estaciòn de tren, yo volvìa a Holanda ese dìa.

 En el trayecto de Barajas a la Chamartìn me di cuenta de que tenìan un  problema, me di cuenta de que es bueno que tengàn la Cibeles como una pegatina de consuelo.

 Porque la crisis ha España le ha pasado una factura que no podràn pagar.

Han perdido algo sin remedio.

Han perdido un LEON.

 

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Desafinamos

2009/10/27

Es palo, es piedra

Oh! què serà , que serà..

Si insistimos en clasificar 
el  comportamiento de antimusical,
yo, incluso mintiendo, puedo argumentar
que esto es bossa nova,
que esto es muy natural.

 De  un mixturado diàlogo bossa de la vida real.

Entramos al colegio en el 94, justo el año de la muerte de Jobim. Recuerdo que mis padres estaban de viaje en el exterior  mi primera semana de  secundaria y  podìa tener acceso a los viniles màs refundidos.  Asaltar la caja transparente, escuchar los clásicos,  Chico Buarque  a la cabeza y  tengo la mala costumbre de prestar todos los discos de mi casa, de divulgarlos. Aquello no tenìa otro sentido que la travesura. Pensé  en  ese pasado  a  nuestras anchas.  Comienzo precoz.

Quisiera sentirme despechada, eso que dice la gente y también ser ingenua. Hay mujeres mayores que lo son, las vemos cada día. Una mujer con amigas, una mujer que bebe alcohol, una mujer que trabaja demasiado, una mujer que tiene talento, que alimenta a un perro, una mujer que tiene un hijo. Parecen con sed, con ansiedad y no puedo evitar verlo absurdo y sentirme culpable por ello.

Un escritor, poeta y loco,  al referirse a mi y mis amigas, recomendando,  utilidad y el desasosiego dijo:

«Esas mujeres son ocupadìsimas, no confìes en ellas, siempre estàn pensando en algo que no es hombres y a la vez estàn pensando en hombres, tienen el corazòn duro, les gusta la buena mùsica y cuidado cuando opinan de polìtica, arte o lo que sea,  cada una tiene un tema de profesiòn, son capaces de burlarse de todos, menos de ellas mismas y son pura candela, tienen seis amantes cada una»

Ya no vive acà el muy guapo. Pero nos conoce de algunos años, ciertamente exagera, en lo que podrìan ser cumplidos, advertencias, percepciòn, burla y poesìa.

El desamor es una experiencia de mùltiples caras y extraño vivirlo con  el desdèn que alimenta.

El jueves pasado nos sentamos frente a la visiòn del rìo a medio caudal por el verano.  Hemos tenido demasiados romances dije, todos fructìferos, en los que el amor propio se vuelve un traje de brillo. Al momento de tintinear la pena, la decepciòn es irreconocible, me busco las marcas y no las encuentro, estàn entre lìneas, ya no las leo.

Me han querido, me han soplado las moscas mientras como, me han leìdo libros para que me duerma, me han acompañado hasta el amanecer en un hospital. Demasiado amor, varias veces, por largo tiempo y por un dìa. Me falta mucho para los treinta y las pocas muchas vueltas las entiende mi piel.

Vivir el amor hasta la ùltima gota.

Cada vez que voy con ellas, camino a un encuentro tengo  algo de miedo, puede ser que no tengamos esta vez nada que hablar.  Nos vemos, fumamos, tomamos coca cola, capuchino cargado, despotricamos  lo que queda de la tarde. Nuestra amistad exige comunicaciòn constante, exige aparecer todos los dìas.

Amanda, ¿ A las cinco?

Un chico me ha invitado..

Ah, entonces no vienes.

Si voy, ya rechacè, cinco y media en punto.

Que no se nos olvide que hemos probado el cemento. Hay que despojar esa idea de «mujer madura» sabelotodo, de disidente sentimental, que no es ni masculina, es inhumana.

Tengo un remedio musical:

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Mi corazòn es un gitano

2009/10/12

Alguna gente me dice que veo a mis padres como adolescentes y es cierto, sobre todo porque conservan la vida sentimental de sus 15 años, cada uno con un ùnico, sòlo y puro verdadero amor.

 Si no hubiera vivido con ellos 27 años y supiera que entre otras cosas que mi madre acepto un cambio dràstico de profesiòn -de ingeniero agrònomo a artista plàstico- si mi hermana y yo no  tuvieramos que retirarnos de sus paseos nausebundamente romànticos en los que cantan Rosario Flores en un tren español, se quedan toda la tarde sin hablar  en pleno malecòn de La Habana, o toman fotos en los comedores de Cascol y al siguiente dìa se levantan a trotar, seguro creerìa que tal historia es pura ciencia ficciòn. A ratos tienen  sus fiebres cientìfico-tècnicas, artìsticas y de negocios para demostrar que el mundo, si bien es un lugar apretado, uno puede compartir y compartirse.

Hay una melodìa que trae el recuerdo de esta pareja el tiempo en que los tengo lejos y que serà seguro la que me recuerde que estuvieron aqui, cuando ya no puedan estar. Hace años mi padre comprò un long play que recopilaba los èxitos del San Remo del 71, de la ganadora nos adueñamos:

Ellos en su corazòn tan casero, tienen el mìo que es ciertamente un gitano.

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Mareo de tierra

2009/07/08

El equilibrio entre el deseo real y el deseo posible, el que imagino, el que provoca constante humedad. Mas allá de toda metáfora  traído por las olas del sueño a la orilla de todas las realidades;  está  el saber que la tijera con que cortamos  nuestros ojos es una víscera feroz y un vientre insaciable. Y se queda con nosotros esta revelación y rechazamos aceptar las verdades  de las que no se bañen nuestros fluidos.

Los espacios se corrigen a si  mismos, los devuelvo al paseo del devenir  de de esa noche con sustancias en que gané sensaciones y soy  el objeto en el que permanece el deleite. El pudor  ahora es sòlo una carta descartada.

El olor ha quedado en la ciudad, vuela e inunda la atmósfera  de las calles. Me llega  como el veneno de ese cuerpo,  me toca  y me incita desde el cortex.

 Una señal en mis rodillas color violeta, un tono ardiente y de mordaza en ellas, que me acerca al placer brutal de su fugacidad  hasta que la piel retorne a su color.

Seguramente el paraíso es una orgìa constante y mientras  Dios observa cómo su creación se aparea, el en su soledad celestial se complace frente a un espejo.

Cuando estaban sanas

cuando estaban sanas

 Este es otro personaje de los que  conocí pequeña. Cuando robaba líbros en mí propía casa.

» La subo sobre mí y, mientras las cuerdas me resuenan en los oídos; la habitación está obscura y la alfombra pegajosa con el kümmel derramado por todas partes. De pronto, parece como si se acercara la autora: es como agua arremolinándose sobre el hielo y el hielo está azul con la bruma que se alza, glaciares hundidos en verde esmeralda, gamuza y antílope, meros dorados, morsas retozando y el ambarino lucio saltando sobre el círculo ártico… Elsa está sentada en mis rodillas. Sus ojos son como ombligos diminutos. Miro su enorme boca, tan húmeda y brillante, y la cubro con la mía.

Henry Miller
Trópico de Cáncer (fragmento)

 

 

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El espejo

2009/06/30

 Te ves en èl y no te encuentras, la pérdida del sentido espacial es el primer efecto, luego surge de entre los objetos, en su doble existencia, uno a uno los puntos  que darán forma definitiva a aquello que llamamos yo, surges  estas ahí, eres tu quien dará la aparición definitiva. Entonces es pretexto para ver aquello que hace tiempo dejó de ser.

 El tiempo se transforma en un gallo de cerámica y la resistencia es el falso brillo de los ojos y el amor es cartón. Aparece una sonrisa vieja y el nombre de mis muñecas con serpientes de hilo, mis dedos sosteniendo la pasión con que ahora devoro el agua de nuestras cabezas, que ya no se ven. La vida entonces estalla haciendo saltar el sueño que cambia y se vuelve homicida, donde las palabras se despiden de una infancia. La causa pérdida en que las promesas han perdido su supuesta bondad.

Separamos el espacio,  un segundo del tamaño de aquella luna que ofreció sus favores para el renacimiento y  no fue más que un estuche vacío, en el que esperamos madure la presencia infinita de la sombra, esa que permitió la despedida de las aceras pequeñas, de las avenidas en las que perdimos los zapatos. Un cruce de astros en los que el público se eleva como aves asustadas, para que te quedaras en el preciso momento en que el  deseo se volvía tizón de viejas penas. Un caramelo con envoltura, un cristal sobre el lodo, una puerta y una llave nueva. Que no pudiste ser.

 

Ahora que tengo dos ojos me llevo la envoltura de Ulises

Despierto del sueño con el vino fingidor de Chinarski

Me llevo el placer y la encomienda

Me llevo el paso torpe e ingnorante

Porque en él esta mi humanidad,

la mujer que soy

mi embriagada histeria

y mi ser insoportable.

  He dejado atràs las tres letras del abecedario navegante (ECO).

  «Después de todo, las computadoras se rompen, la gente se muere y las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es respirar y reiniciar».                                                                       Carrie Bradshaw en  ‘Sex and the City

 

 

la vista que se perdiò desde nuestra casa

La pasiòn de retina, una ventana que quedò atràs.